La Cirugía Plástica mejora la apariencia física de la persona, así como su autoestima y la confianza en sí misma. Trata el rostro para combatir los signos de la edad o modificar algún rasgo que no sea armónico; y trata el cuerpo para conseguir curvas definidad, acabar con la grasa localizada, tensar la
piel y perder volúmen.